Valencia, 3 de Enero 2013 (El Carabobeño, Alfredo Fermín). El pasado 28 de diciembre a las 7:30 pm un automóvil impactado por otro derribó aproximadamente 12 metros del emblemático Puente Morillo. Hasta la fecha las autoridades municipales no se han dado cuenta de lo sucedido a uno de los más históricos patrimonios de la ciudad.
De acuerdo con la versión suministrada por la
Inspectoría de Tránsito un automóvil Mazda que corría por el Paseo Cabriales al
girar hacía la calle Colombia, chocó por detrás a un Century, que con el
impacto se llevó por delante una considerable parte de la mampostería que data
de la época colonial. No hubo heridos sino daños materiales por lo cual no hay
detenidos.
Hace aproximadamente seis años un conductor ebrio
destruyó en la Redoma de Guaparo la mitad de la monumental escultura de Carlos
Cruz-Diez, la cual a pesar de las promesas, no ha sido restaurada. El
puente Morillo lleva casi 200 años en servicio uniendo a la parroquia de San
Blas con el centro de Valencia.
El 23 de diciembre del año pasado, en la columna Hoy y
Después en Valencia escribimos: "El puente Morillo, construido en 1818
cuando el general Pablo Morillo fue gobernador de la provincia, es el único
puente, de la época colonial que continúa en servicio. Por allí pasan gandolas
y camiones cargados sin que se tomen medidas para protegerlo. Habrá que esperar
a que se desplome y se nombre una comisión encargada de un estudio para su
restauración que, como es la costumbre, nunca será presentado.
En la construcción del puente Morillo participaron los
presos patriotas que estaban en la cárcel pública, entre ellos el general Juan
Uslar, tatarabuelo de Arturo Uslar Pietri. El puente fue una admirable obra de
arquitectura que a pesar del tiempo ha continuado prestando servicios. En 1905
una crecida del río Cabriales le quitó parte de su estructura superior, pero
fue restaurado de acuerdo con la obra original. El puente, teniendo al fondo la
Catedral, es una de las vistas más pintadas y fotografiadas de esta ciudad
desde el comienzo del siglo XX.
Al lado del puente, en la parte izquierda hacia la Catedral,
están las piedras, ladrillos y mezclas de cal que indican lo antiguo de la
construcción, y el boquete que quedó con el impacto del automóvil.
Personas que frecuentan el lugar afirmaron que al
suceso “nadie le ha parado” posiblemente por la ignorancia que se tiene de la
importancia de este puente, único en Venezuela.
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