Valencia, 23 mar 2012 (Notitarde, Silmari Rivas Rubin).- Valencia arriba mañana a los 457 años de su fundación, pero pareciera que no existen motivos para celebrar. El centro de la ciudad está desamparado y esta realidad habla del estado anímico de sus habitantes, está plasmada en casonas en ruinas, calles deterioradas, en el comercio informal desmedido y en la carencia de embellecimiento de espacios urbanos.
Son muy pocos los inmuebles de valor histórico que se encuentran en perfectas condiciones: El Capitolio, la antigua sede de la Facultad de Derecho de la Universidad de Carabobo, el Club Centro de Amigos, el Teatro Municipal, Casa Páez, Casa de la Estrella y la sede del Instituto de Desarrollo Urbano del Centro (Induval) están en la lista. La Catedral no, penosamente, pero la Alcaldía al parecer tiene planes para recuperar su fachada.
A pesar del esfuerzo de algunas familias por mantener bonito el frente de sus residencias antiguas, como algunas de las que se ubican en la calle Colombia, el casco central luce destruido. Es que, la mayoría ha dejado sus casonas al abandono, sin importarle –pareciera- que contribuye a afear la ciudad.
La Alcaldía, a través del Induval, ha anunciado y puesto en marcha por lo menos dos planes para el rescate del centro, pero sus resultados aún no están a la vista. Uno de éstos es, precisamente, "Valencia Nace en el Centro", que implantó el mencionado ente en agosto del año pasado, con la intención de obligar a los propietarios a rehabilitar las edificaciones deterioradas.
Claudia Márquez, quien presidía el instituto para la fecha, dijo en aquel entonces que quienes no contaran con recursos económicos podrían gestionarlos a través del consejo comunal de su sector ante el Fondo de Compensación Interterritorial. También comentó que otra vía podría ser la de créditos con la banca privada.
A pesar de ello, se observan muchas casas abandonadas, sobre todo en las calles Colombia, Carabobo y Briceño Méndez. Esos inmuebles no solamente dan un aspecto poco agradable a la ciudad, sino que contribuyen a la inseguridad porque sirven como guarida de delincuentes. A quien visita el centro de Valencia por primera vez quizá ni le provoque hacerse una fotografía o tendría que caminar mucho para encontrar un paisaje vistoso para un bonito recuerdo.
El comercio informal
El equipo de este tabloide constató este viernes, durante un recorrido, que las casas en ruinas no son el único problema que oscurece a esta parte de Valencia, dolorosamente está, entre otros más, el comercio informal, que se ha adueñado de sus calles y avenidas. La avenida Urdaneta fue tomada por buhoneros, quienes montaron sus puestos entre la acera y la calzada, con los que obstaculizan el paso peatonal y vehicular.
Lo mismo sucedió con la calle Páez y la 24 de Junio, en esta última se encuentra la salida norte de la estación Lara del Metro, cuyas rejas -asombrosamente- son utilizadas por algunos vendedores para exhibir su mercancía y este mismo viernes estaba una joven con una cava vendiendo cerveza, ahí mismo, a pocos metros de la entrada al sistema del transporte subterráneo.
En casi todas las calles del centro se encuentran comerciantes informales, si no son los legalmente establecidos los que sacan sus ventas; lo cierto es que, caminar o pasar en vehículo se hace cuesta arriba.
El Instituto de Desarrollo Urbano del Centro comenzó a censar a los buhoneros este viernes, justamente, pero el presidente del organismo Marcos Meléndez, aclaró que en principio no pretenden sacar a nadie, sino ordenarlos. "No es posible que un comerciante tenga un puesto de ocho por cinco metros, que un vendedor de perros calientes tenga mesoneros y ocho mesas, es un comercio informal o comercio formal legalizado, no pueden privatizar el espacio público", dijo el funcionario, a través de un boletín de prensa.
El comercio informal todavía respeta medianamente los días de parada, lunes y martes, decretados por la Alcaldía, pero el resto de la semana se "desquita", al punto que no hace caso a lo previsto en la Resolución de Zona de Seguridad del mismo Induval, que les prohíbe ubicarse cerca de entidades bancarias y de inmuebles patrimoniales.
El bulevar de la avenida Constitución, lugar emblemático de esta parte de Valencia, es uno de los pocos sitios que se "salva" de los buhoneros, pero está completamente deteriorado; no obstante, la Alcaldía anunció dar inicio a su recuperación este 25 de marzo.
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