Valencia, 25 mar (El Carabobeño, Alfredo Fermin) Valencia, la ciudad que fue puesta bajo la advocación de la Virgen de La Anunciación y dedicada al rey Carlos I, emperador de España y Alemania, celebra este domingo su día.
Por el descuido de los servicios públicos y por los estragos de la delincuencia, algunos sectores sostienen que no hay nada que celebrar. Otros consideran que el sólo hecho de que tengamos casi millón y medio de habitantes, que nos convierten en la tercera ciudad del país, según el censo de población, es motivo para festejar en grande.
“El centro de Valencia no puede seguir con la ignominia en que se encuentra con el consentimiento de la alcaldía. Hay que buscar soluciones con el apoyo de las autoridades locales”, afirma Damiano Del Vescovo, presidente de la Cámara de Comercio.
Antonio Bejarano, presidente de la Cámara de la Construcción de Carabobo, estima que el desarrollo habitacional ha bajado en más de 45 por ciento por las trabas que imponen leyes recientes.
Oswaldo Feo Caballero sostiene, a sus 92 años, que nunca había visto a Valencia tan descuidada tan llena de huecos, basura y con tanta negligencia como ahora. Y Gerardo Barreto, presidente de la Cámara de Industriales, asegura que la Zona Industrial se encuentra en situación crítica por lo cual los empresarios que quedan deberían ser declarados héroes.
Un 25 de marzo
Es cierto que no existe un documento que certifique que Valencia fue fundada en 1555, por lo cual cumpliría hoy 457 años. Pero, en lo que no hay discusión es que la ciudad comenzó su historia en este día, en el que la Iglesia conmemora la aparición del ángel Gabriel para anunciarle a María que sería la madre del hijo de Dios.
Hoy es el Día de La Anunciación a cuya advocación está dedicada la Catedral desde los tiempos más remotos. Tomando en cuenta este detalle, el Concejo Municipal acordó hace 50 años que hasta que no aparezca el acta de fundación, el 25 de marzo es oficialmente el Día de Valencia.
Las polémicas sobre este tema condujeron a aceptar el criterio de que nunca hubo un acto oficial de fundación, como se hizo en otras ciudades. Valencia, por su situación geográfica privilegiada, se fue formando como un cruce de caminos de los conquistadores, establecidos en El Tocuyo en 1545, para continuar expediciones buscando una salida al mar hasta que llegaron a Borburata, para comunicarse con el resto del mundo.
Luego tuvieron que regresarse huyendo de los piratas y se establecieron en lo que bautizaron la Ciudad de Nuestra Señora de La Anunciación de la Nueva Valencia del Rey, como puede testificarse en documentos muy antiguos.
Curiosamente el casco histórico conserva desde 1555, el primer trazado urbano cuadrangular perfectamente en ángulo recto, que hicieron los españoles.
“Basta recordar que el trazado que permanece hasta hoy es el documento más antiguo que tiene la ciudad y el que más se resiste a desaparecer. Y eso se comprueba en fotos aéreas que revelan una perfección geométrica del damero, más exacta que la de los planos del siglo XIX”, afirma Gasparini en el libro “Valencia, una aproximación urbanística y arquitectónica”, editado en 2005.
Lento crecimiento
El crecimiento de la ciudad fue lento, en contraste con la influencia intelectual y política que le permitió en el siglo XIX, ser la única ciudad que después de Caracas fue capital de la República en tres oportunidades: en 1812, en 1830 cuando Venezuela se separó de la Gran Colombia y en 1858, en vísperas de la Guerra Federal.
En las primeras décadas del siglo XX comenzó el desarrollo industrial y la puesta en servicio del ferrocarril que aproximó a Valencia a Caracas. El crecimiento de la ciudad fue desordenado hasta 1970 cuando entró en vigencia el Plan Regulador que hizo posible obras como la Autopista del Este, las avenidas Rojas Queipo, Guzmán Blanco y las nuevas urbanizaciones Prebo, El Parral y Valles de Camoruco que dieron a la ciudad su ambiente de modernidad.
La Zona Industrial y la reapertura de la Universidad de Carabobo hicieron que el crecimiento poblacional se desbordara hacia barrios en la zona sur, y que el centro cambiara su ambiente de tranquilidad por la anarquía del transporte, la buhonería y el incumplimiento de las ordenanzas municipales. Sin embargo, desde los años 70 hasta hace poco Valencia se convirtió en la tercera ciudad del país con cerca de dos millones y medio de habitantes, de acuerdo con las cifras del último censo de población.
cumpleañera abandonada
Dirigentes empresariales lamentan que Valencia se encuentre tan descuidada y con su activo desarrollo frenado por falta de incentivos del Gobierno Nacional.
Antonio Bejarano asegura que los programas de construcción de viviendas han disminuido en 45 por ciento, por la desconfianza del sector privado ante nuevas leyes. Además hay una paralización de obras para mejorar la circulación de automóviles con excepción del Paseo Cabriales que es una obra del Gobierno de Carabobo.
Damiano Del Vescovo, presidente de la Cámara de Comercio, afirmó que en el sector privado hay mucha preocupación porque la ciudad quedó a merced de la delincuencia y la desidia que ha arruinado la calidad de vida en esta ciudad.
Valencia es una ciudad que ha marcado pauta en el país, pero lamentablemente hoy tenemos muy poco que celebrar porque pareciera que quienes nos gobiernan sólo están interesados en hacer mucho dinero. Tenemos que hacer un gran esfuerzo para darle a nuestra ciudad buena vialidad, espacios para la cultura e incentivos para que vengan más empresas”, concluye Damiano Del Vescovo
No hay comentarios:
Publicar un comentario